En el post de hoy hablamos fundamentalmente sobre la preocupación, esa gran barrera desde la que vemos el mundo y desde la que tratamos de protegernos con una falsa ilusión de control y seguridad.
Descubriremos un mantra muy potente y aprenderemos a vivir más presente en “la ocupación” y alejarnos de “la preocupación”, especialmente cuando ésta es inútil.
¿Preparado?
¡Comenzamos!
Es fácil pasarse la vida preocupado por el futuro.
¿Le gustará el regalo? ¿Cómo valorará mi entrevista de trabajo? ¿Le habrá ofendido mi comentario?
Somos seres sociables, por lo que la mayoría de cosas, las hacemos en relación con otros humanos aunque eso no significa que tengamos que vivir en la preocupación constante sobre aquello que hacemos o decimos.
Si actuamos con educación y respeto, mostrándonos libre y abiertamente, no deberíamos andar pendientes de los demás. Si el otro humano que tienes en frente decide ofenderse, el problema lo tiene él, no tú.
Esto es como los regalos. Si yo te hago un regalo y tú no lo coges, ¿quién tiene el regalo?
¡¡¡Basta ya de preocupaciones absurdas!!!
¿Cómo hacer para alejar las preocupaciones?
Hay un mantra muy potente que empecé a utilizar hace un tiempo y que utilizo con cierta frecuencia (al principio más) que me hace ser consciente de la realidad objetiva y de mi actitud aniñada y victimizada.
Se trata de decir: “Todo está bien”.
Cuando tienes la actitud de que “todo está bien” sea lo que sea que suceda, hay paz y tranquilidad en ti. Aceptas lo que sucede y te ocupas del momento. Aparece entonces una mentalidad decidida.
Nuestro diálogo interno, las imágenes que creamos y los pensamientos que tenemos son nuestros grandes aliados. Por eso, te animo a que los dirijas hacia aquello que tenga sentido para ti y comiences a descubrir los cambios. Inventa tu propio mantra.
Puedes quejarte, seguir justificándote u ocuparte. ¡Tú decides! Todo está bien, venga lo que venga.
Si estás molesto o desanimado, no pierdas tus fuerzas en tratar de cambiar lo que se presenta cuando no depende de ti. Pon el foco en lo que puedes hacer (ocúpate) y mantente en tu centro.
Perjuicios de la preocupación excesiva.
Puedes perder el sueño con tanta preocupación:
¿Qué dirá el Informe del médico? ¿Me irá bien en el matrimonio? ¿El juez me dará la razón?
Confía en ti, eres mayor que todo eso que se presenta.
¡Tú no eres el problema! Solo tú tienes la llave para hacer que eso sea diferente para ti.
Cuando algo viene en tu contra, es normal que pienses que está mal (permítetelo pero no te regodees).
¿Qué tal si utilizas tu mantra y aceptas lo que sucede? ????
Afronta las dificultades.
Si te echan del trabajo. Si tu hijo toma otro camino. Si vives una relación tóxica. Si te diagnostican una enfermedad.
Utiliza lo que sucede a tu favor. Muestra una actitud proactiva y positiva. Despliega todo tu potencial y desarrolla al máximo tus recursos.
Metafóricamente hablando, te diría: “La cizaña brota antes de la cosecha”.
Es decir, utiliza todo aquello que te suceda aunque no te parezca que sea lo mejor y consigue que todo eso te haga extraer recursos para afrontar las situaciones venideras con más fuerza y preparado.
No pases tu vida luchando contra todo lo que te venga que no te parezca bien. Te hará perder demasiada energía y tiempo. No trates de rechazar ni alejarlo de ti, si no de aprovechar lo que tienes para crecer ante otras oportunidades. Transforma la preocupación por ocupación y céntrate en ti.
“Un pájaro posado en un árbol, nunca tiene miedo de que la rama se rompa, porque su confianza no está en la rama, sino en sus propias alas”.
Anónimo
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